Tottenham campeón Europa League. Suena y retumba en el norte de Londres. Después de 41 años, los Spurs vuelven a tocar la gloria continental. En la Catedral del Fútbol, San Mamés, derrotaron 1-0 al Manchester United en la final del torneo y conquistaron su primer título internacional desde la Copa UEFA de 1984. Fue una batalla de nervios, donde un solitario gol de Brennan Johnson bastó para desatar la fiesta blanca.
La final era todo o nada para dos gigantes heridos. Una temporada irregular los había dejado lejos en la Premier, pero este era el partido para lavar heridas. El United golpeó primero en intensidad, dominando la posesión y presionando alto, pero chocó con una defensa ordenada y un Vicario que respondió en momentos clave. Tottenham, por su parte, supo esperar su momento.
A los 42 minutos llegó el quiebre. El senegalés Pape Sarr ganó línea de fondo por izquierda y sacó un centro tenso. El inglés Luke Shaw falló en la cobertura y Brennan Johnson apareció con oportunismo para rozar la pelota y dejar sin reacción a Onana. 1-0, con sabor a gloria.
El gol desató la emoción en la mitad blanca de Bilbao y descolocó al United, que no logró recomponerse del todo. En el complemento, los Diablos Rojos empujaron con todo. Garnacho, Bruno Fernandes y Hojlund buscaron el empate, pero entre Vicario y Micky van de Ven evitaron el grito. Incluso hubo un balón sacado desde la línea que ya se gritaba como gol.
Tottenham campeón Europa League. Una frase que parecía lejana se hizo realidad gracias al orden, la convicción y la paciencia. El equipo de Postecoglou no brilló, pero fue efectivo. Supo sufrir, resistir y golpear. Un título ganado con cabeza y con corazón.
El último trofeo de los Spurs había sido la Copa de la Liga en 2008. Desde entonces, decepciones, proyectos fallidos y finales perdidas. Esta vez, rompieron la maldición. Además, se aseguraron el boleto directo a la próxima Champions League, un premio vital para el futuro deportivo y económico del club.
El United, en cambio, cierra otro capítulo amargo. Cuatro derrotas en la temporada ante este mismo rival y sin consuelo. La final confirmó un declive preocupante para los de Old Trafford, que deberán reinventarse de cara al próximo ciclo.
En cambio, en Londres hay fiesta. Los hinchas lo esperaban hace décadas. Un club sin tradición de títulos internacionales, pero con una identidad que empieza a recuperar su orgullo. Y lo hizo justo cuando más lo necesitaba.
Este título puede marcar un antes y un después para los Spurs. Ya no son solo una promesa. Hoy son campeones de Europa. Y aunque no fue la Champions, para su gente vale tanto como una copa del mundo.
En medio de una temporada gris, Tottenham encontró la luz en Bilbao. Su gente volvió a creer. Y eso, en el fútbol, a veces vale más que un título.