Mundial Sub-20 en Chile. Así, con mayúsculas y con orgullo, se vive el ambiente que ya empieza a encenderse en nuestro país. El máximo evento del fútbol juvenil volverá a tierras chilenas después de casi cuatro décadas, y la FIFA no quiere dejar ningún detalle al azar. En ese contexto, su presidente Gianni Infantino confirmó su visita en junio para comenzar personalmente las inspecciones en las sedes y los avances organizativos de cara al torneo.
La presencia del mandamás del fútbol mundial no es menor. Marca un respaldo directo y explícito al rol de Chile como anfitrión y confirma la relevancia que tiene este certamen para el desarrollo del fútbol joven a nivel global. Infantino recorrerá los estadios y ciudades sede para evaluar infraestructura, campos de entrenamiento y aspectos logísticos clave.
Durante su paso por el país, Infantino tiene previsto visitar las cuatro ciudades confirmadas como sedes del Mundial Sub-20 en Chile:
- Santiago: Estadio Nacional
- Valparaíso: Elías Figueroa
- Rancagua: El Teniente
- Talca: Estadio Fiscal
Estas ciudades albergarán los partidos del torneo entre el 27 de septiembre y el 19 de octubre de 2025, en una competencia que reunirá a las mejores 24 selecciones juveniles del planeta, representando a las seis confederaciones de la FIFA. Nombres como Brasil, España, Colombia, Italia, Estados Unidos y Chile ya suenan como animadores fuertes.
Mundial Sub-20 en Chile. Una frase que tiene peso histórico. No solo porque el país fue sede en 1987, cuando la Roja Sub-20 de Luis Ibarra llegó a semifinales y logró un cuarto lugar inolvidable. También porque esta será una nueva oportunidad para mostrarle al mundo que Chile sabe y puede organizar grandes eventos deportivos.
El evento no solo pondrá a prueba a la Roja Sub-20, también será una vitrina para talentos emergentes y una plataforma para que Chile demuestre su capacidad organizativa, su amor por el fútbol y su potencial turístico y económico.
La visita de Infantino confirma que la FIFA apuesta fuerte por este torneo. Y que el Mundial Sub-20 en Chile será más que una cita deportiva: será una fiesta nacional.