Por Ernesto Traub 
Este miércoles 28 de mayo, el Betis de Manuel Pellegrini disputa el que podría ser el partido más importante de su historia. Desde las 15:00 horas de Chile, el equipo andaluz se enfrentará al poderoso Chelsea en la gran final de la Conference League, torneo europeo que se juega en Breslavia, Polonia.
Creada en 2021 como la tercera competición continental tras la Champions y la Europa League, la Conference League busca dar protagonismo a clubes de ligas menos mediáticas. La Roma fue el primer campeón, seguida por el Olympiacos en la edición anterior. Ahora, Betis tiene la oportunidad de sumarse a esa selecta lista.
La copa que se disputará en esta final es tan especial como el título mismo. Con una altura de 57,5 centímetros y un peso de 11 kilos, destaca por su diseño moderno. La UEFA detalla que su forma se compone de 32 espinas hexagonales que se retuercen desde la base, simulando el vuelo de un balón rumbo al arco, simbolizando la emoción del gol.
Los materiales también aportan elegancia: base y parte superior de latón cepillado a mano con efecto de acero galvanizado mate, mientras que las espinas están acabadas en plateado brillante. El campeón recibirá 50 medallas de oro, y el subcampeón, 50 de plata.
Más allá de la gloria deportiva, esta final también significa un importante ingreso económico. Solo por alcanzar la final, el Betis y el Chelsea ya aseguraron 4 millones de euros cada uno. El equipo que se corone campeón obtendrá otros 3 millones, sumando más de 20 millones de euros en total para el equipo verdiblanco, considerando lo recaudado en toda la competición.
Para Manuel Pellegrini, levantar la Conference League significaría su segundo título internacional como entrenador y el primero en la historia del Betis. Una consagración merecida para un técnico que ha llevado al club a lo más alto con un estilo ofensivo y equilibrado.
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Gabriel López