Por Ernesto Traub 
Los Timberwolves ganan a Thunders en el Juego 3 de las Finales de la Conferencia Oeste de la NBA con una actuación demoledora.
Los Minnesota Timberwolves se negaron a morir en las Finales de la Conferencia Oeste de la NBA. Este sábado aplastaron a los Oklahoma City Thunder por 143-101 en el Juego 3, acortando la serie 2-1 y devolviendo la esperanza a su afición en Minneapolis.
En una actuación arrolladora, Anthony Edwards lideró con 30 puntos, y estuvo respaldado por una defensa férrea que anuló completamente a Shai Gilgeous-Alexander, el MVP de la temporada, quien apenas sumó 14 puntos.
Desde el primer cuarto, los locales marcaron el ritmo. Edwards mostró todo su repertorio ofensivo y los Timberwolves impusieron su intensidad física. Oklahoma City nunca pudo hacer pie en el partido.
“No importaba si ganábamos por 1 o por 40, necesitábamos este triunfo”, comentó Edwards. Su equipo llegó a tener una ventaja máxima de 45 puntos (129-84), algo inédito en esta serie.
La estrategia de Chris Finch, entrenador de Minnesota, fue clara: presionar a Shai desde el inicio. El canadiense, que promedia más de 32 puntos por partido, fue contenido como pocas veces en la temporada. El técnico reconoció: “Jugamos con intensidad máxima y eso marcó la diferencia”.
Los otros referentes de OKC, Jalen Williams y Chet Holmgren, también quedaron por debajo de su nivel, con 13 y 10 puntos respectivamente.
Con esta victoria, Timberwolves ganan a Thunders en el Juego 3 y se posicionan con fuerza de cara al cuarto duelo, que se jugará también en Minneapolis este lunes 26 de mayo.
Si Minnesota vuelve a triunfar, igualará 2-2 la serie y enviará un mensaje claro a los favoritos del Oeste. El equipo sabe que no puede relajarse: “Esto recién empieza. Hay que repetir el esfuerzo”, advirtió Finch.
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